También conocido como ribadokín, fue una antigua pieza de artillería de tipo pequeño y de retrocarga, usada a lo largo de los siglos XIV y XV. El ribadoquín consistía en un solo y delgado tubo de bronce, cuya longitud de cañón era de unos 8 pies (unos 2 metros aproximadamente) y su peso de 300 kilos, algo menor que la cerbatana y parecido al del falcón o falconete. Su pequeño calibre le hacía ser un arma ligera y fácilmente transportable, que disparaba bolas de plomo de 2 a 5 centímetros de diámetro. Normalmente, este arma era montada sobre un robusto afuste o cureña de madera y sujeto mediante láminas de hierro al armazón. También existió un arma muy parecida a esta llamada medio ribadoquín. Como todas estas piezas, su sistema de tiro era muy rudimentario, disparando proyectiles de hierro emplomado de unos 455 gramos de peso.
En el Archivo de Simancas existe abundante documentación sobre las fundiciones de Medina del Campos, Baza o Málaga y su anexo, así como de la demanda que se hicieron de estas piezas y de otras durante la época de los Reyes Católicos y sucesores.
En el Archivo de Simancas existe abundante documentación sobre las fundiciones de Medina del Campos, Baza o Málaga y su anexo, así como de la demanda que se hicieron de estas piezas y de otras durante la época de los Reyes Católicos y sucesores.
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