Colección de maquetas construídas por Antonio Lara Villodres

Torre almenara

En nuestra costa malagueña existen, sobre promontorios elevados cercanos al mar, las figuras de edificaciones solitarias denominadas torres almenara o vigías (ilumina), las cuales, tuvieron antaño la misión de defender las costas de la incursión de corsarios y piratas berberiscos.


Se estima que estas torres vigía fueron mandadas construir en época de Yusuh, hacia el siglo XI. Ya ocupada Málaga en 1487 por las tropas cristianas, los Reyes Católicos pensaron que las playas del entorno de la ciudad necesitaban ser defendidas, puesto que las costas africanas se encontraban bien cerca de las nuestras. Por ello, se optó por utilizar las torres almenaras existentes y construir o rehabilitar otras en lugares estratégicos y de buena visibilidad, con las que poder alertar a la población de la invasión de intrusos. Y como ejemplo, podemos referirnos a la torre de Fonseca, que estuvo situada junto al convento de San Andrés, en los arrabales del Perchel y que fue derribada en 1870.
Su importancia como elementos defensivos fue tal para las monarquías españolas, que se redactaron múltiples cédulas reales y ordenanzas que organizaban la vida y la operatividad de aquel sistema militar dentro de nuestro litoral.



Las torres almenaras, en sus inicios, eran torres de planta cuadrada o circular, de obra muy robusta de mortero de hormigón y piedras con figura cilíndrica sin escarpe. De unos 10 metros de altura, normalmente tenían dos plantas. A la primera de ellas se accedía mediante una pequeña puerta y a ésta, por cuerdas. La entrada se situaba a una altura suficiente para no ser asaltada. Para acceder a la terraza, se hacia mediante escalera de mano o de caracol. La defensa de la torre consistía en unos salientes de obras o matacanes por donde se arrojaban piedras, aceite hirviendo u otros objetos. Para el desempeño del cometido, solía tener una chimenea en la terraza con la que se avisaba de una a otra torre. Según parece, el personal que vigilaba día y noche las torres estaba compuesto de tres hombres con cometidos explícitos y estrictos cada uno de ellos.


Siglos después, las atalayas sufrieron remodelaciones en sus estructuras y funciones, más adecuadas a las nuevas técnicas de guerra.
Con el transcurso del tiempo, muchas de aquellas torres vigías desaparecieron. Hoy día se las estudia y se las protege como legado de nuestro pasado.

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