Colección de maquetas construídas por Antonio Lara Villodres

Fuerte de San Andrés del Perchel


El fuerte o baluarte de San Andrés estuvo ubicado a Poniente de la ciudad de Málaga, junto al antiguo convento del mismo nombre del barrio del Perchel.  Su construcción se determinó en 1624, tras la visita e inspección de la zona del enviado real Pedro Pacheco, del Consejo de S.M. y comisario general de la caballería e infantería española, el cual, estuvo acompañado del teniente de capitán general de artillería Sebastián de Arriola, el corregidor Diego de Villalobos y demás componentes militares de la guarnición de Málaga.  Dicho fuerte tendría como misión la de defender las playas de los barrios del Perchel y la Trinidad.
El proyecto defensivo consistió en el alzado de una fortificación exterior denominada hobernaque, compuesta de dos medios baluartes trabados por una cortina.  Su trazado era de forma irregular, de nueve lados, y con un perímetro aproximado de unos 800 metros cuadrados.  Sus muros o parapeto de sillería alcanzarían los cinco metros de altura.  Por la parte alta del mismo discurría una gruesa moldura o cordón que rodeaba todo el muro perimetral.  Desconozco si dicho fuerte tuvo foso y demás elementos defensivos como era lo habitual en este tipo de baluartes.  Los demás elementos del recinto militar estaban construidos en piedra, cal y cantos provenientes de la zona. Rodeaba al recinto militar una zarpa que hacía así más difícil su asalto.


Para la defensa de dicho fuerte se le dotó de ocho cañones de diversos calibres, así como cincuenta puestos para la fusilería, distribuidos a lo largo de su perímetro.  El acceso al fuerte de San Andrés se efectuaba a través de la torre de Fonseca[1], que defendía la retaguardia del recinto.
Al cabo de un año, bajo la dirección técnica de Diego López Navarro, se finalizaron las obras del mencionado edificio militar.
Hacia finales del siglo XVII, en 1693, la comunidad carmelita solicitó a la ciudad una entrada a la torre, con objeto de defender el convento de las incursiones de piratas y berberiscos que asolaban aquellas playas, poniendo en peligro tanto a la comunidad como a los parroquianos percheleros.  En cuanto se obtuvo dicho permiso, se cerró la puerta de entrada al convento y, desde éste, se abrió otra a la torre.  No olvidemos que, por aquellas fechas, tanto el fuerte como el convento se encontraban unidos por la conocida y antigua torre de Fonseca.
Al frente del fuerte de San Andrés y a corta distancia, se hallaba la playa por la que hoy día se encuentra la calle Cuarteles.  A su derecha discurría el torrente conocido por Arroyo del Cuarto, junto a amplias zona de huertas.  A su izquierda, parcelas dedicadas al secado de pescado y las primeras calles del barrio pesquero.
Aunque por desgracia no se tiene documentación de los muchos oficiales y suboficiales que operaron en el mismo, a lo largo de sus casi 190 años de vida, casualmente, encontramos el nombre de uno de los militares nombrados para el mando del mencionado baluarte, se llamó Rodrigo de Cotrina, capitán que fue de las milicias en Cútar por espacio de diecisiete años.
Con el paso del tiempo, y debido a los diversos agentes adversos que lo afectaron, el fuerte de San Andrés quedó obsoleto y de poca utilidad operativa, por lo que fue demolido hacia el primer tercio del siglo XIX.
En mi investigación sobre este fuerte de San Andrés, me encuentro con un documento[2] en el que se propone, mediante un dibujo muy esquemático, la defensa del fuerte en forma de estrella, muy a la moda por aquellos años en toda Europa.  Sin embargo, estudiado detenidamente dicho documento, observo que no se hace referencia alguna al dibujo que se adjunta.
Igualmente, veo por medio de la planimetría antigua del siglo XVIII, que el lugar escogido por los ingenieros para levantar dicho hobernaque, difícilmente podría ocupar el sistema defensivo de estrella ideado, dado su gran superficie.  Al mismo tiempo, su costo sería aun mayor de lo previsto.
Por otro lado, en el mencionado dibujo adjunto del hobernaque, no se hace referencia alguna al propio convento de San Andrés y la antigua torre musulmana, que evidentemente hubieran impedido el alzado del sistema defensivo en forma de estrella.

Por último, señalar que otro de los motivos que han reforzado mi idea de que ese formato propuesto había sido abandonado por las autoridades por otro más práctico, sencillo y económico, fue gracias a la observación en planos del puerto de Málaga y ciudad (ejecutados por diversos ingenieros desde 1717, por Bartolomé Thurús hasta el propio Carrión de Mula en 1793).  En los mismos, y de forma repetitiva, se representaba el fuerte de San Andrés tal y como se ha presentado en esta maqueta.  No obstante, dejo abierta mi hipótesis para posibles investigaciones posteriores que lleven a nuevos planteamientos sobre el mencionado fuerte de San Andrés.


[1]  Ver en http://www.artetormentaria.es, la Torre de Fonseca, la cual, tuvo para la defensa varias piezas de artillería, dos media culebrinas, una de a 12 libras y la otra de a 7 libras, de metal, y otra media, de hierro del mismo calibre que la última.
[2]  Biblioteca de la Real Academia de la Historia.  Descripción de Málaga y su playa y fortificaciones que se levantaron de orden del Comisario General de la Caballería y Consejero de Guerra Don Pedro Pacheco.  Año 1626.  Gentileza de don Francisco Cabrera Pablos, doctor en Historia.

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