El fuerte o baluarte de San
Andrés estuvo ubicado a Poniente de la ciudad de Málaga, junto al antiguo
convento del mismo nombre del barrio del Perchel. Su construcción se determinó en 1624, tras la
visita e inspección de la zona del enviado real Pedro Pacheco, del Consejo de
S.M. y comisario general de la caballería e infantería española, el cual,
estuvo acompañado del teniente de capitán general de artillería Sebastián de
Arriola, el corregidor Diego de Villalobos y demás componentes militares de la
guarnición de Málaga. Dicho fuerte
tendría como misión la de defender las playas de los barrios del Perchel y la
Trinidad.
El proyecto defensivo consistió
en el alzado de una fortificación exterior denominada hobernaque, compuesta de
dos medios baluartes trabados por una cortina. Su trazado era de forma irregular, de nueve
lados, y con un perímetro aproximado de unos 800 metros cuadrados. Sus muros o parapeto de sillería alcanzarían
los cinco metros de altura. Por la parte
alta del mismo discurría una gruesa moldura o cordón que rodeaba todo el muro
perimetral. Desconozco si dicho fuerte
tuvo foso y demás elementos defensivos como era lo habitual en este tipo de
baluartes. Los demás elementos del
recinto militar estaban construidos en piedra, cal y cantos provenientes de la
zona. Rodeaba al recinto militar una zarpa que hacía así más difícil su asalto.
Para la defensa de dicho fuerte
se le dotó de ocho cañones de diversos calibres, así como cincuenta puestos
para la fusilería, distribuidos a lo largo de su perímetro. El acceso al fuerte de San Andrés se efectuaba
a través de la torre de Fonseca[1], que
defendía la retaguardia del recinto.
Al cabo de un año, bajo la
dirección técnica de Diego López Navarro, se finalizaron las obras del
mencionado edificio militar.
Hacia finales del siglo XVII, en 1693,
la comunidad carmelita solicitó a la ciudad una entrada a la torre, con objeto
de defender el convento de las incursiones de piratas y berberiscos que
asolaban aquellas playas, poniendo en peligro tanto a la comunidad como a los
parroquianos percheleros. En cuanto se obtuvo
dicho permiso, se cerró la puerta de entrada al convento y, desde éste, se
abrió otra a la torre. No olvidemos que,
por aquellas fechas, tanto el fuerte como el convento se encontraban unidos por
la conocida y antigua torre de Fonseca.
Al frente del fuerte de San Andrés
y a corta distancia, se hallaba la playa por la que hoy día se encuentra la
calle Cuarteles. A su derecha discurría
el torrente conocido por Arroyo del Cuarto, junto a amplias zona de huertas. A su izquierda, parcelas dedicadas al secado
de pescado y las primeras calles del barrio pesquero.
Aunque por desgracia no se tiene
documentación de los muchos oficiales y suboficiales que operaron en el mismo,
a lo largo de sus casi 190 años de vida, casualmente, encontramos el nombre de
uno de los militares nombrados para el mando del mencionado baluarte, se llamó
Rodrigo de Cotrina, capitán que fue de las milicias en Cútar por espacio de
diecisiete años.
Con el paso del tiempo, y debido
a los diversos agentes adversos que lo afectaron, el fuerte de San Andrés quedó
obsoleto y de poca utilidad operativa, por lo que fue demolido hacia el primer
tercio del siglo XIX.
En mi investigación sobre este
fuerte de San Andrés, me encuentro con un documento[2] en el
que se propone, mediante un dibujo muy esquemático, la defensa del fuerte en
forma de estrella, muy a la moda por aquellos años en toda Europa. Sin embargo, estudiado detenidamente dicho
documento, observo que no se hace referencia alguna al dibujo que se adjunta.
Igualmente, veo por medio de la
planimetría antigua del siglo XVIII, que el lugar escogido por los ingenieros
para levantar dicho hobernaque, difícilmente podría ocupar el sistema defensivo
de estrella ideado, dado su gran superficie. Al mismo tiempo, su costo sería aun mayor de
lo previsto.
Por otro lado, en el mencionado
dibujo adjunto del hobernaque, no se hace referencia alguna al propio convento
de San Andrés y la antigua torre musulmana, que evidentemente hubieran impedido
el alzado del sistema defensivo en forma de estrella.
Por último, señalar que otro de
los motivos que han reforzado mi idea de que ese formato propuesto había sido
abandonado por las autoridades por otro más práctico, sencillo y económico, fue
gracias a la observación en planos del puerto de Málaga y ciudad (ejecutados
por diversos ingenieros desde 1717, por Bartolomé Thurús hasta el propio
Carrión de Mula en 1793). En los mismos,
y de forma repetitiva, se representaba el fuerte de San Andrés tal y como se ha
presentado en esta maqueta. No obstante,
dejo abierta mi hipótesis para posibles investigaciones posteriores que lleven
a nuevos planteamientos sobre el mencionado fuerte de San Andrés.
[1] Ver en http://www.artetormentaria.es, la Torre
de Fonseca, la cual, tuvo para la defensa varias piezas de artillería, dos
media culebrinas, una de a 12 libras y la otra de a 7 libras, de metal, y otra
media, de hierro del mismo calibre que la última.
[2] Biblioteca de la Real Academia de la Historia.
Descripción
de Málaga y su playa y fortificaciones que se levantaron de orden del Comisario
General de la Caballería y Consejero de Guerra Don Pedro Pacheco. Año 1626. Gentileza de don Francisco Cabrera Pablos,
doctor en Historia.
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